lunes, 29 de febrero de 2016

Y que no haya más mundo.


Dormirme en la curva de tu cuello. Aprenderme de memoria las constelaciones que forman tus lunares. Respirar ese olor que es sólo tuyo. Y sólo mío. Reconocer tus costillas y el roce de tu piel. Que me quemen tus besos. Que me den sed. Que me entren ganas de tenerte cuando te alejas un centímetro. Volverme adicta a tus caricias. Tener mono de tu aliento. Que me estorbe tu ropa. Que te estorbe la mía. Y que no haya más mundo que nosotros en un mar de sábanas.

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