martes, 15 de septiembre de 2015

Sólo un botón.

Sólo es un botón. Sólo uno.
Sólo un botón para mandarte esas palabras que jamás debí pronunciar.
Un botón para desabrochar del todo tu camisa.
Un botón... Sólo un botón para estallar, como un volcán.
Sólo un botón para el punto y aparte.
Un botón para el punto y final.
Sólo un botón para sincerarnos.
Sólo un botón para borrar.
Sólo un botón para sacarte de una parte de mi vida.
Porque en la otra no hay botones que valgan.

Un café con Sara

Quedé con Vanessa en El Café de la Luz a las cinco. Llevaba semanas hablando con ella, preparando la cita para una de sus próximas visitas...