Me siento ante esta maldita hoja en blanco con el corazón encogido, los ojos inundados y las manos temblando. Me siento pensando que la vida es muy puta por dejar que te vayas, que la muerte debía tener prisa por verte trazando curvas por sus lares. Pensando que ahora estarás allí, con ellos, en un circuito perfecto en las nubes, corriendo junto a aquellos a los que el amor por las motos se llevó, como a ti. Pensando que te fuiste haciendo lo que más querías, siguiendo tu sueño, tu pasión. Pensando que era demasiado pronto. Demasiado pronto. Tenías demasiado por delante. Demasiada carrera. Demasiada VIDA. Y sé que esto es así, que todos moriremos algún día, pero no es justo, joder, no es justo. Veinticuatro años no son suficientes...
Ojalá despertar y que tu marcha sólo sea una jodida pesadilla.
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