sábado, 9 de mayo de 2015

Aquí empieza todo. Roma Se Escribe Al Revés.



Catorce de febrero. Otro catorce de febrero. Otro día como todos. Otro día como tantos. No sé que le ven de especial. No me cabe duda de que es un invento de los grandes almacenes. San Valentín. Igual que el día del padre o el de Reyes. Consumismo. Hace semanas que los escaparates se llenaron de corazones, flores y peluches con estas dos palabras tan sobrevaloradas. “Te Quiero”. Te quieros por todas partes. Como si se pudiera encerrar el amor en el último CD de Jamie Cullum o lo más novedoso de Paulo Cohelo. Cómo si bastase con hacer un regalo un día al año para querer a alguien.
Hoy todo es más empalagoso que de costumbre. En la cafetería, una pareja se hacía arrumacos antes de entregarse los regalos. En la oficina, a algún lumbrera se le ha ocurrido la idea de celebrarlo enviándonos notas con piruletas en forma de corazón. Como si fuera un instituto. Carlota, la despampanante secretaria del jefe, coleccionaba unas cuantas antes del descanso. Mario, el becario, saboreaba una mientras investigaba la letra de su nota en busca de su autora. Por poner algún ejemplo. La redacción, aquella mañana, tenía un aire dulzón y empalagoso. Las noticias importantes no tenían cabida en nuestros blogs. Sólo sandeces sobre la historia del catorce de febrero, historias de amor tan increíbles como inverosímiles y una sección de declaraciones de amor de la que, por supuesto, me tocaba encargarme.
Otro café. Este me costaría varias horas de sueño. Miré el calendario y conté con los dedos los días que quedaban para mis esperadas vacaciones. Alguien había rodeado el catorce con un corazón rojo. Uno. Dos. Tres. Respiré hondo. Los ojos se me iban hacia el corazón con ganas de sacarlo de allí. Cuanto quisiera que llegara ya el día veinte. Y escapar de aquello. De la rutina. De las prisas. De las mismas caras. Las mismas palabras. Los mismos lugares. Huir. Perderme. Perderme. Roma. Infinita. Diferente. Clásica. Lejana. Eterna...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por leer.

Un café con Sara

Quedé con Vanessa en El Café de la Luz a las cinco. Llevaba semanas hablando con ella, preparando la cita para una de sus próximas visitas...